Crónicas Gabarreras 0
 Crónicas gabarreras:   Inicio >  En los sentimientos >  Raíces de mi familia (Ángel Bernabé y Teodora Galindo).  


Foto: Ángel Bernabé y Teodora Galindo

Mi abuela Tomasa vino aquí con sus padres, creo que traían dos hijas: Magdalena y Francisca,  y que las dos se casaron aquí. Una, con un señor que creo era de La Granja y se llamaba Pekín, y mi abuela con Esteban que era de Rascafría. Os diré que mi abuela Magdalena vino  de un pueblo de León llamado Santa Lucía de Gondón.

Los abuelos maternos de mi madre se  llamaban Tomasa, como ella, y Matías. Tomasa era de Robles de la Naval Cuerva, un pueblo  de León. Y Matías era de la Matrícula Babula, también de León. Según he comprobado en  algunos papeles, los tatarabuelos también eran naturales de Robles de Naval Cuerva. Los  abuelos paternos son todos de Navacerrada y de Rascafría.

Mi madre se llamaba Tomasa Berrocal Prieto García Tascón (he visto que el apellido “Tascón” sale muchas veces en  televisión, y que sus raíces son de León). De ella recuerdo que cantaba muy bien la canción  del “Pernales”, que en esa época a la gente le gustaba oír entonada por ella. Os puedo contar dónde y cómo se ensayaba esta canción: era en una casa con una cocina grande, donde  tenían un fogón en el que yo me sentaba, colocado cerca de mi abuelo, mientras mi madre me  decía: “tú, a callar”.

Foto: Ángel Bernabé y Teodora Galindo

Mi padre me iba a buscar a la cuesta de la Presa, porque era donde íbamos casi todos los chicos a jugar. Allí patinábamos con nieve y sin ella, directamente sobre  la hierba que, al estar en cuesta, se deslizaba muy bien.

No teníamos esquís, así que los fabricábamos nosotros mismos, con unas tablas de la fábrica a las que poníamos unas cuerdas  y unas piedras en la punta para que curvasen hacia arriba y así poder esquiar mejor.

Ya  sabemos que las nevadas de antes no eran como las de ahora. ¡Esas sí que eran nevadas!...¡Y lo que duraban!... Ahora casi no se ven; aunque este año nos ha caído una muy buena. En La Granja estuvieron toda la noche las máquinas quitando la nieve, cosa que antes se tenía que hacer a pala.

Foto: Ángel Bernabé y Teodora Galindo

También os contaré que en la época de nieve no se podía ir al Pinar, ni tampoco  se trabajaba en la fábrica porque se helaba la cacera del agua. Y por este motivo, los padres buscaban otra ocupación: iban a coger conejos, ya que había muchos, había que comer y no  había otra cosa que hacer.

La cocina que os comenté anteriormente era la del señor Matías.Y mi abuelo, que vivía en Valsaín, tenía que venir todos los días para ensayar las canciones de los carnavales. Tocaban la guitarra mi abuelo Mateo, Félix, Cirilo, Germán Montes, Pedroles y Lorenzo (este señor era de La Granja). Pepe Gala y Paco Cirolín también tocaban y cantaban esta canción, y aunque no puedo asegurar exactamente el año, sé que fue antes de 1936.

Os diré también, que ya siendo mayor, sentí mucho no haber aprendido a tocar la guitarra, con el buen maestro que tenía tan cerca que fue mi abuelo (fue zapatero de Valsaín), al que tanto quise. Recuerdo los domingos, cuando las madres nos daban la propina y con ella me  compraba un caramelo que se llamaba “chupete”: nada más comprarle me iba corriendo para  partirle en dos y le daba la mitad. Esto fue antes de la Guerra.

También os cuento un poco de los carnavales de Valsaín, donde salían de gitana y gitanillo y donde yo salí con ellos, sentado en una carreta, pero por ser tan niño no se me veía. Iba también Filuchi, hijo del señor Julián, y mi padre, que se le ve bien guapo. Toda mi familia tocaba la guitarra y cantaban. Y con esto ya  llego al final de este relato: yo, con diez años, vi cómo empezó la guerra y en casa de mi abuelo ya se acabó la alegría.

Foto: Ángel Bernabé y Teodora Galindo

HACHEROS DE VALSAÍN (1935)

Esta cuadrilla de hacheros ha venido a visitar
al señor de Valderrama a ver si deja cortar.

El señor de Valderrama, con muchísima atención,
le dice al tío Pelicano: lleva bien la puntuación.

Mañana empieza la corta “Carril de Maja Cochino”,
colgaremos las alforjas, cortaremos cuatro pinos.

Y nos vamos a bajar, porque han empezado las fiestas
las fiestas de Carnaval.

Por “La Camorquilla” bajan, dando vista al “Mirador”,
y a lo lejos divisamos la cuadrilla “Juan Ramón”.

Estando en “El Mirador”, “Cuartel de Cerro Pelao”,
se presentaron los guardas montados en sus caballos.
Pelicano que los ve, echa mano a la de litro
y les dice: ¡compañeros!, vamos a echar un traguito.

Y nos vamos a bajar, porque han empezado las fiestas
las fiestas de Carnaval.

La borrica Pelicano ya no la puedes cambiar,
porque ha bajado a Segovia a pasar el Carnaval.

Ángel Bernabé y Teodora Galindo.


©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com