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 Crónicas gabarreras:   Inicio >  Naturaleza >  El hombre en el paisaje de Valsaín (Paco del Caño)  


Julián Castán de la Mata

El hombre vive paralelamente con el paisaje, es una fuente de energía con la que permanece desde siempre. Antonio Machado, el poeta de la voz del Guadarrama, guarda desde sus cumbres una mirada con muchos reflejos hacia el paisaje de Valsaín.

La naturaleza necesita diariamente del cuidado de su existencia y, dentro del amplio paraje que ofrecen los Pinares de Valsaín, habitó en otros tiempos pasados, la figura del gabarrero. Esos hombres entregados con demasiada fuerza a la vida del Pinar, a la corta de leñas muertas y a la limpieza de matorrales. La presencia de estos personajes, vigilantes de diario, mantuvo con plena dedicación al más puro cuidado y permanencia de un bosque enriquecido de una amplia fauna y vegetación.

A esta vida de gabarreros, diestros en un oficio a punto de desaparecer en estos tiempos de cambios, el pueblo de Valsaín se siente plenamente arraigado, a la fortaleza de esas costumbres de antaño. Familias enteras fueron virtuosas y ejemplo modelo en su constancia, vivieron en condiciones poco apropiadas, y sus refugios en el Pinar eran cabañas construidas por ellos mismos.

Leñadores y cortadores de troncos mantienen viva una tradición abierta a la cultura de los pueblos serranos que siempre han considerado sus raíces. Agentes forestales y servicios de Medio Ambiente suplen en la actualidad a este oficio desgastado en el uso y modo de vida, gabarreros que se ven relevados al consumo de nuevas energías en las necesidades domésticas.

No dejaremos olvidados a los pastores trashumantes y ganaderos que pueblan todavía una parte de estos espacios del paraje de Valsaín.

Sin embargo, caminos y senderos se han convertido en rutas turísticas para la población del presente siglo. Caminantes y deportistas se emplazan a estos lugares privilegiados a orillas del río Eresma, que cruzan Valsaín, la Pradera de Navalhorno y el municipio de La Granja de San Ildefonso, donde preside su Ayuntamiento y alberga a sus Reales Sitios, con el esplendor de sus Jardines y Fuentes monumentales.

Las rutas son paseo saludable para el viajero en cualquier estación del año, para disfrutar del tiempo de ocio en la naturaleza de estos bellos parajes que nos acercan con mayor profundidad al pueblo de Valsaín.

Podríamos centrar como eje de centro cultural, “un cuaderno de caminantes”, el Ceneam – Centro Nacional de Educación Ambiental. Los itinerarios son diversos, y de amplios recorridos, y sobre ellos se pueden visitar desde el propio Ceneam como punto de partida, a lugares de paseo por la historia de estos entornos naturales que pueden empezar por recorrer por todo el cauce del río Eresma, donde el Puente de los Canales, de construcción romana, es una de las obras civiles más destacadas, junto con el Puente de Valsaín o la Presa del Olvido. En el casco del pueblo, el Palacio conforma históricamente el mayor monumento, y sus zonas verdes se recrean en sus parques.

Valsaín convive abiertamente con sus gentes, y sus recursos compartidos con el municipio hacen conseguir que el Hombre viva en el paisaje de Valsaín.

Paco del Caño.


©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com