Crónicas Gabarreras 19
 Crónicas gabarreras:   Inicio > La Escuela > Nuestra escuela en Valsaín (Pilar Inclán Llorente).  


Aunque la escuela en Valsaín existe desde hace muchos más años, ya hemos cumplido los 50 años desde que lleva ubicada donde ahora la vemos.

De pequeños fuimos muy poco a la escuela, aunque lo hubiésemos Ahí donde lo ves, ya es un cole veterano. Aquí han estudiado mínimo tres generaciones, abuelos, padres e hijos.

Resulta divertida la cara que ponen los alumnos actuales cuando les dicen que sus padres e incluso sus abuelos estudiaron aquí, en el mismo sitio que ellos, y jugaron aquí, en el mismo patio que ellos. A alguno hay que cerrarle la boca para que no le entren moscas cuando se sientan a escuchar las batallitas de sus padres en el cole, ¡no se los imaginaban niños, y mucho menos traviesos! “¿Quién, mi padre? No, no, mi padre es muy serio”.

Generalmente, en nuestras mentes de niños no entra que sus padres hayan sido niños (eso va en contra de su supervivencia), ¡ellos necesitan un padre adulto!; e imaginarse que su padre se sentó en el mismo pupitre que él lo hace hoy, que tuvo que estudiar los mismos ríos, los mismos verbos, la misma tabla de multiplicar, ¡es todo un descubrimiento! Y qué cara se les queda si además escuchan a sus padres decir “que darían cualquier cosa por volver a esa época”; ellos que darían cualquier cosa por ser “mayores” y no tener que ir a la escuela. Como diría Asterix, “están locos estos Romanos”. El que va no quiere ir y el que ya no va lo anhela.

Todos hemos pasado por la Escuela, aunque a los niños les cueste ver a los adultos como niños, y malo de quién no ha pasado por la Escuela, eso puede significar experiencias muy duras, guerras, enfermedades, pandemias….

Sí niños, España vivió una guerra, y en los colegios se colgó el cartel de “cerrado por guerra”, y alguno de nosotros saltaría de alegría con el cartel de cerrado. Pues fijaos, esto ya estaba escrito antes de la pandemia, ahora realmente se ha cumplido: “cerrado por virus”. Estoy segura de que los niños de la guerra hubieran preferido el Cole a la guerra, y vosotros que opináis ahora: ¿no hubieseis preferido ir al cole?

Los que ahora son padres han pasado de ser alumnos en la escuela a ser profesores en la vida.

Uno de los mayores tesoros que ofrecen los padres a los hijos es la educación, y como ellos han experimentado que cuantos más conocimientos adquieres más puertas abiertas tienes, te dicen que no pierdas el tiempo, que aproveches los que tienes ahora a mano; estudia, lee, sobre todo lee, ¡nunca vas a saber cuándo un conocimiento que te parece inútil de repente se va a convertir en tu mejor herramienta, tu salvavidas! Sobre todo, lee mucho de lo que te gusta, de lo que te apasiona.

Tus padres pueden parecer, y quizá lo sean, unos pesadillas. Sin embargo, lo hacen porque están convencidos de que es muy útil para ti, lo hacen de corazón.

¿Y qué sería de una escuela sin profesores? Estos sí que se llevan el óscar a la paciencia.

Todos los años , como mínimo hay un alumno que dice que le tienen manía, otro que piensa que eres un pesado, otro que trabajes tú si tanto te gusta, el que todo lo sabe y el profe es que no tiene ni idea, la mama pesada, la de…“mi hijo es un santo, la culpa la tiene el profe”...

En fin, una clase llena de niños, cada uno de su padre y de su madre, intentando que el espabilado no se retrase, que el más lento no se pierda; y en medio los otros, cada uno a su manera.

¡Eso es vocación, lo demás tonterías! Al fin el cole es una unión de generaciones, unión de vecinos, pieza importantísima en el pueblo.

De él, ha salido de todo: el que tiene tres carreras, el que no se acuerda de dividir, el que tiene una gran empresa, el autónomo, el asalariado, el ama de casa, el que le gusta viajar, el que no sale del pueblo.

Al final cada uno hace con sus herramientas lo que puede o lo que sabe.

Lo importante es participar, y esta comunidad sigue haciendo PIÑA.

Pilar Inclán Llorente.


©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com