Las Fiestas de nuestro pueblo, como las de muchos otros de la provincia, se componen de distintos actos, entre los que invariablemente se encuentran la Procesión (en honor a nuestra patrona, la Virgen del Rosario), la corta de troncos, la carrera de caballos, etc…

Me gustaría hacer especial mención a una parte de las celebraciones: La noche de los disfraces.

Desde hace aproximadamente seis años, un grupo de amigas, nos animamos a disfrazarnos. Lo que surgió de este primer encuentro fue un disfraz hecho con bolsas de basura, con unos coladores preparamos los ojos, unas trompetas hacían la función de trompa, alambres y papel celofán para las alas, y mucha imaginación. Entonces esa primera ocasión, íbamos disfrazadas de moscas y al final nos quedó un disfraz curioso y original, y nos lo pasamos genial.

Para participar en la fiesta de disfraces, basta con comprar o hacer un disfraz divertido y salir a la calle.

Nosotras siempre hemos optado por la creación propia. Con un poco de imaginación, material y algunos complementos no es difícil hacer un disfraz casero; otra cosa importante que tenemos en cuenta es que bajo ningún concepto se nos conozca, aunque al final por descarte la gente va descubriendo los diferentes grupos, pero es cierto que empleamos mucho tiempo y mucho dinero. De hecho, en muchos de los concursos de disfraces, se tiende a premiar los disfraces caseros que demuestran una buena dosis de creatividad por encima de costosos disfraces comprados en las tiendas; creemos que es lo que se debe valorar en cualquier concurso de esta índole. Ya sabemos que el premio no da para mucho ("ni para grapas"), nuestro grupo se conforma con la honrilla de ganar, que tiene su aquél.

Además de la creación y la imaginación, como siempre nos lleva mucho tiempo la confección de los disfraces, nos tenemos que reunir durante muchas tardes en verano, lo cual hace crecer nuestra amistad, ya que nos lo pasamos fenomenal aportando ideas para la elaboración. Siempre, aunque pretendemos empezar con bastante antelación, se nos hecha el tiempo encima, lo cual supone un reto aún mayor, luchar contra el reloj, y estrujar la imaginación.

Todos los años hemos ido perfeccionando nuestros disfraces, a la vez que íbamos viendo cómo la gente se animaba a disfrazarse, y cada Fiesta participaba más gente y los disfraces ganaban en calidad.

Es muy importante que éste sea muy original y aunque en un principio pretendemos que sea cómodo, ningún año lo conseguimos, es lo que tiene la originalidad.

Los disfraces de estos años han sido de lo más variopinto y vistosos que os podáis imaginar (cigüeñas con nido y huevos incluido, lagartijas, pulpos, ratones en un cepo, cajas de música, señoras en el WC…) la cuestión es que sean muy curiosos.

Muchas veces un poco enredosos a la hora de desplazarse por la plaza, tomarse una copa, hacer un pis, etc... Pero siempre hay algún alma caritativa que aunque no sabe quienes somos, se encarga de echarnos una mano, nos piden y nos traen las copas, o simplemente nos ayudan a movernos para desplazarnos de un lado a otro.

En principio, el lunes de las fiestas que era una de las noches que menos gente salía a la verbena, se ha convertido en una jornada de participación de todas las gentes de este lugar y ha pasado a ser uno de los días grandes de nuestras Fiestas. Es curioso cómo se ven participar peñas enteras, amigos… Esto habría que tenerlo en cuenta e intentar que ocurriera con los diferentes concursos que se celebran, ya que cada día participa menos gente y esto también provoca que haya menos público y por lo tanto nuestras Fiestas van perdiendo la entidad que las caracteriza: IMPLICACIÓN Y UNIÓN.

Nosotras seguimos desarrollando nuestra imaginación, y desde aquí queremos animar a los demás grupos, las peñas y al resto de ciudadanos y ciudadanas anónimos a que hagan lo mismo y que no esperen al último momento para comprar su disfraz.

También queremos animar a las peñas que sigan participando en el concurso de carrozas. No hace falta que sean demasiado laboriosas ya que, por muy sencillas que sean, todas llevan un trabajazo en la sombra ¡que nadie se puede imaginar!, ¡¡¡cuántas tardes y noches se emplean para construirlas!!!. El concurso de carrozas debería ocupar un sitio más importante en nuestra fiesta.

Es una lástima que en los últimos años se esté perdiendo esta tradición, se necesita un poco de competencia para impulsarnos un poco, aunque sabemos que el esfuerzo es muy grande, tanto económico como en horas de trabajo, merece la pena animarse.