La Fiesta ha estado tan ligada a Valsaín como su pinar o su historia, pasando a formar parte de la cultura y el sentir del pueblo.

Desde pequeños, hemos crecido viendo el entusiasmo que todas las personas de aquí experimentaban ante la llegada del evento. Se dejaban los duros trabajos, para dar paso a unos días de compañerismo y unión, en los que entre chato y chato, se hablaba de las cosas acontecidas durante el año; las familias y amigos, dispersos por otros lugares, regresaban para no olvidar sus raíces y ayudar de forma desinteresada en las labores que fueran necesarias.

Normalmente, las fiestas de cualquier pueblo, son sinónimo de baile, buenas comidas, algunas copas…; en suma, ocio y diversión. En Valsaín, por supuesto, esto no falta, además después de acabar la verbena, la charanga se encarga de recorrer las peñas donde se invita a todo aquel que se acerque a ellas.

Pero la Fiesta no es sólo esto - que también-, sino que hay otros componentes que la diferencian y la hacen única como son: EL RELIGIOSO, EL CULTURAL, EL TAURINO Y EL DEPORTIVO.

La devoción que se tiene a la Virgen del Rosario se refleja en la procesión que, año tras año, sale desde la iglesia hasta la plaza del pueblo, seguida por la mayoría del vecindario. Los mayordomos, que cambian todos los años, son los encargados de que las cosas salgan lo mejor posible.

Un poco antes del gran acontecimiento, está la Semana Cultural. En ella hay infinidad de actos, como los bailes de sevillanas, llevados a cabo por las chicas de la localidad, la actuación de la rondalla de Valsaín, los concursos de poesía y fotografía…; o la misma revista Crónicas Gabarreras que sale anualmente por dichas fechas. Hecha por y para el pueblo, en ella tiene cabida todo aquel que quiera exponer algún artículo, y cuyos beneficios son entregados a la Sociedad.

¿Qué sería de una fiesta sin toros? Los toros están muy arraigados y hay para todos los que deseen demostrar su arte en la lidia de los morlacos: toros para los solteros, casados, vaquilla para las chicas, recortes, encierros. Fruto de esta tradición han salido algunos toreros y alumnos aventajados.

Los deportes, están reflejados en el sinfín de concursos que amenizan las mañanas de primeros de Septiembre. Aunque todos tienen la misma importancia, destaca la corta de troncos, por seguir los pasos de los antiguos gabarreros que hicieron del hacha su herramienta de trabajo. En la actualidad los cortadores de Valsaín gozan de gran prestigio.

De esta localidad han salido grandes deportistas en todas las variedades imaginables. Sin duda alguna, el apoyo y el interés mostrados por la Asociación de Festejos ha tenido mucho que ver.

A todos estos componentes, habría que añadir el administrativo y organizativo, llevado a cabo por los directivos que se nombran anualmente. De la Directiva depende en gran medida que todo salga correctamente y que las cuentas cuadren a la perfección, dejando para el año siguiente las cosas perfectamente encauzadas.

De la Fiesta y cada una de las actividades que se desarrollan tanto antes, durante o después se podrían escribir cientos de artículos. Yo he querido hacer un pequeño resumen de lo que globalmente es la Fiesta y tratar de averiguar de dónde nos llega ese sentimiento de orgullo cuando hablamos de ella. Realmente es muy difícil en pocas palabras que se llegue a entender lo que la fiesta significa para nosotros, al menos los de mi generación y las generaciones precedentes sentimos algo muy especial por nuestras Fiestas. Hemos luchado y trabajado para irlas haciendo cada año mejores y tratando de reflejar en ellas el espíritu de aquellos antiguos pobladores del lugar que, con unión, espíritu de sacrificio y solidaridad, dejaron muy alto el nombre de un pequeño pueblo enclavado a los pies del Peñalara.

La importancia de la Fiesta radica en el nexo de unión entre el presente y el pasado. Mientras las Fiestas sigan vivas, seguirá viva el alma de un pueblo que un día fue de gabarreros y que ha sabido pasar a la modernidad sin perder sus orígenes.

Es cosa de las generaciones venideras que no se pierda el testigo que al menos hasta ahora ha sido tan bien llevado y que ha consolidado y mejorado LA FIESTA.

El tiempo nos dirá si no hemos cambiado, o si por el contrario, la nueva era tecnológica donde manda el dinero y el egoísmo, nos engulle y nos hace olvidar la esencia de nuestras raíces.