Crónicas Gabarreras 0
 Crónicas gabarreras:   Inicio >  En los sentimientos >  Recuerdos de mi infancia (Paloma Alonso, la de la pista)  


Foto: Paloma Alonso

Empiezo recordando cómo nos conocimos. Fue en la escuela, en la clase de párvulos a la que íbamos todas juntas, y desde entonces somos amigas del colegio.

Lo primero que me viene a la memoria es que un día nos escapamos a Robledo a coger lilas sin permiso de doña Nieves en el tiempo del recreo. Llegamos tarde y nos castigó sin ir a casa a comer, a lo que mi padre dijo que estaba muy bien.

Otro día recuerdo que estábamos jugando en el atrio de la iglesia al Pañuelo y me caí, haciéndome una brecha en la cabeza por la que tuvieron que llevarme al médico, que era don Elías –que, por cierto, valía para todo–. Me llevó al médico Tomasa, la hija de la señora Nicolasa y Pepe, que éramos vecinos y nos habíamos llevado muy bien siempre –y aún nos tenemos mucho cariño–. También creo que me llevó a casa Tomasa. Cuando me vio mi madre la di un buen susto.

Hay otros recuerdos que voy a contar por partes.

Empiezo por ti, Charo. De Charo lo que recuerdo es que cuando iba a buscarla a su casa, su madre, la señora Clara, me preguntaba que si había merendado, y si le decía que no, me daba pan con grasa y azúcar, que estaba muy rico. También con esta familia hay un cariño muy especial.

De Mª Carmen el recuerdo que tengo es que su padre, el señor Lorenzo, nos dejaba la llave de la carpintería, y algunos domingos hacíamos chocolate toda la pandilla de chicos y chicas y lo pasábamos estupendamente.

De Rosa recuerdo que, en la puerta de la señora Angelines, había un árbol bastante grande y ponían un columpio. Yo no montaba porque era muy grande y tengo vértigo. Me convencían diciéndome que me empujarían despacio, pero me engañaban y enseguida me empujaban fuerte.

De Angelines recuerdo que en Navidades, cuando íbamos a pedir el aguinaldo por las casas, la señora Juanita nos invitaba a turrón. En verano era en su puerta donde más estábamos. Por las noches jugábamos al Bote y nos quedábamos hasta las doce de la noche o más.

De Loli lo que me viene a la memoria es que, cuando la íbamos a buscar, su abuelo casi nunca la dejaba salir pensando siempre en que la iba a pasar algo. Hubo un tiempo, que no recuerdo el porqué, que nos enfadamos y salió de la pandilla, pero todo se arregló y fuimos a buscarla de nuevo.

María José vivía con su tía. Cuando la íbamos a buscar nos hacía esperar mucho y nos enfadábamos. Creo que era porque tenía el pelo muy largo y la llevaba mucho tiempo arreglárselo.

Con Merce y Paloma, como mellizas, los recuerdos van juntos y son los mismos con las dos. Recuerdo que cuando su padre, el señor Emeterio, recogía los judiones me gustaba ayudar al pelarlos en la cocina de su casa. En el banco de su puerta pasábamos mucho tiempo sentadas cuando hacía bueno. También jugábamos bastante mientras nuestras madres estaban lavando la ropa en la charca de enfrente de mi casa, en La Pista de baile.

Y por último me viene a la memoria cuando mis amigos me ayudaban a limpiar el Salón de Baile. Cuando terminábamos me decía mi madre que los invitara a un refresco. Tocábamos el organillo y lo pasábamos muy bien.

El Salón de Baile de mis padres fue protagonista de todos los acontecimientos que se celebraban en Valsaín: Santa Águeda, San Antón, Carnavales…, y durante muchos años, el baile de los domingos en invierno. Después, en verano, era La Pista, que con los cadetes de Robledo y las chicas de la residencia se llenaba. Mi padre disfrutaba mucho porque lo llevaba en la sangre, al igual que todos los negocios que tuvo.

Por último no quiero olvidarme de comentar el mes de mayo: "El Chavito", como le llamábamos nosotros. Nuestras madres preparaban la merienda y nos subíamos a El Pino Gordo a comérnoslo.

El Pino Gordo también tiene muchos años de juegos cuando subíamos a pasar muchas tardes en verano. Y ya finalizo, espero que estos recuerdos o anécdotas, como prefiráis llamarlas, les gusten a mis amigas. Esto es una pequeña parte de nuestras vidas de infancia y juventud.

Que tengáis mucha suerte en vuestras vidas. Un abrazo fuerte para todos.

Paloma Alonso (la de la pista).

©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com