Crónicas Gabarreras 18
 Crónicas gabarreras:   Inicio > Artistas > Los personajes importantes (José Carlos Sancho Fernández).  


Foto: Lucio de Miguel

Aquel día Bruno el herrador era un hombre feliz. Después de tantos años había conseguido por fin realizar uno de sus sueños más queridos. Iba a ser recibido en audiencia en el Palacio Real por el monarca Tesio I, que concedía este privilegio a algunos de sus súbditos cada año, para celebrar el aniversario de su acceso al trono. Y este año él había sido uno de los elegidos. Caminaba despacio, deleitándose en cada paso que daba al cruzar la plaza que le separaba de la entrada principal del Palacio, protegida por varios guardias reales, con sus enormes lanzas y sus uniformes de gala. Cuando llegó junto a ellos,

se identificó mostrando un documento que acreditaba su nombre y lugar de residencia, junto a la comunicación escrita que le había llegado diez días antes, emplazándole para este encuentro por ser uno de los afortunados en este aniversario. Tras revisarlo minuciosamente, dos de los guardias le hicieron seguirles para conducirle a la sala en la que debía esperar a que el monarca le recibiese.

Respiró profundamente el aire fresco de los jardines, con una sensación de alegría y bienestar que nunca antes había experimentado. Ya en la sala contigua a la que albergaría su audiencia con Tesio I, esperó sentado a ser llamado mientras el anterior convocado desgranaba los momentos en que era atendido por su soberano. Pasados unos minutos, se abrió la puerta de la sala de audiencias y apareció un mayordomo que, dirigiéndose a él, le manifestó que ya podía pasar.

Emocionado, se levantó y penetró en el salón. Frente a él, con una sonrisa amable y los brazos abiertos en señal de acogida, Tesio le sujetó por los hombros, le saludó y le preguntó qué esperaba de este encuentro.

Bruno pensó un momento y mirándole a los ojos le contestó:

—“Señor, lo que me da más satisfacción es conocer a un personaje tan importante como vos y poder aprender algo de su Majestad. Eso es suficiente para mí.”

—“Dices –replicó el monarca– que yo soy un personaje importante…pues, en realidad, yo no sería nada sin la multitud de personajes verdaderamente importantes que me rodean y de los que dependo. Por ejemplo, mi sastre. Sin su trabajo y dedicación yo no podría vestir estos trajes tan adecuados a cada ocasión.

Y mi mayordomo es también importantísimo para mí. Controla todas mis visitas y colabora en todos los actos que tienen lugar en el palacio. Y qué decir de las personas que limpian y conservan el mobiliario y los objetos decorativos que hay aquí. Su labor es fundamental.

Las cocineras emplean todo su saber en preparar unos manjares siempre apetecibles ¡Hacen delicias! Nuestro bodeguero hace una selección de vinos exquisitos con los que acompañamos el yantar. Mi médico vela por mi salud día y noche. ¿Qué sería de mí sin sus cuidados? Y todos los soldados y guardias de palacio me dan seguridad y tranquilidad.

¿Qué te parece? ¿Son personajes importantes?...Como tú, que hoy me honras con tu visita. Bueno, ya ves, algo has aprendido de mí como esperabas, ¿verdad?”

Y dándole un apretón de manos, Bruno se despidió del Rey Tesio, sintiéndose un personaje importante como este le había manifestado. Salió del palacio más feliz que había entrado.

tantes! Cada uno por su función en la sociedad y ante aquellos a quienes dedicamos nuestra labor.

José Carlos Sancho Fernández.


©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com