Crónicas Gabarreras 13
 Crónicas gabarreras:   Inicio > Anécdotas y Curiosidades > El bollero de palacio, Vicente Artola (Cristina Cabrejas)  


Tomás Artola (biznieto del bollero), Cármen de la Fuente y su hijo Tomás.

Tomás Artola (biznieto del bollero), Cármen de la Fuente y su hijo Tomás.

Ensalzaban en salones de palacio
la repostería del País Vasco,
como la más exquisita del Real Sitio más vanguardista.
Servida en bandejas de plata Buena,
adornaba las mesas de toda Viena
mientras impaciente esperaba
la gran corte para la cena.
El buen gusto había que procurar
en arte, moda y paladar,
incluso habría que matizar,
que era elegancia femenina
las curvas en retrato posar,
quien el maestro Rubens
por toda Europa hizo adorar.
Con certeza las delicias vascas
en casa real habrán de hornear,
pero también servirán
para sus cuerpos reales adornar.

Monarcas europeos guardaban el tesoro con otro particular,
pues secretos de nuevas alianzas iban a encontrar.
Códigos secretos, alfabetos discretos, políticos inquietos,
buscan cualquier objeto dentro del roscón coqueto.

Enemigos de los ingleses
vinieron los franceses,
pero el bollero de palacio,
con genio talento y muy despacio,
perpetuo el pastel de gran presagio.
Las coordenadas de ataque,
grabadas en un sello de jaque,
cayeron en el postre de los ingleses en combate.

Por orden de la reina caprichosa,
el mejor repostero de Tolosa
hizo llegar.
Era golosa y no podía esperar,
tanta cortesía demoraría
sus primeras pastas para saborear
“vasco de cuna, carácter y semblanza
su nombre Artola,
decía con templanza.
Soy honrado bollero,
pues solo mis manos tengo
para adorar a la Diosa del Fuego
que da calor y hogar.
Hestia su nombre proclamo
para cocinar el mejor manjar
todos los días de mi postrar.

Y si en verdad le sugiero
coma mis dulces con paso ligero
pues debe deleitar,
primero sus cinco sentidos
y luego su bella e ilustre personalidad.

Pero primero de mis aposentos he de hablar.
Agradezco su bondad con tanta hospitalidad en este palacio sin igual.
Mas prefiero cobijarme en el pinar cerca del agua manantial
donde cuenta la leyenda
existía un palacio real
con fieras de África y tierras del Portugal.
Dicen que sus duendes aun recorren el lugar,
protegiendo sus inquilinos del mal de Satán.
Un altar he de montar para proteger a mi Diosa que tanta gloria nos da.

“Osada propuesta en tu primer día de laborar,
pero bien intencionada es tu testa y así haremos cumplir tu voluntad.”

Sentado en las Pesquerías,
escuchando el silencio que derrochaba el día,
el bollero sonreía.
Pues bien había escuchado su sabiduría
que algún día viviría,
entre tanta harmonía y muy pronto se enamoraría.

“De puentes y arboles romanos
nace tu nombre de Sabinas
las que guardan tus encantos
como mujeres sabias y divinas.
Corazón noble que aguarda con constancia
la llegada del guante de la confianza
para así abrir el tesoro que descansa,
dormido en el seno de tu confianza.
Mientras la espera perdura
yo cuidare de tus joyas con gran mesura,
al igual que a la reina, de poca ternura,
en el palacio de mi nueva aventura”.

Cristina Cabrejas Artola.


©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com