Quiero dedicar una palabras a Jesús Casamayor, amigo mío, pero sobre todo de mis hermanos.

Recuerdo cuando subía a la Máquina Vieja y se pasaba las tardes con mi hermano Jorge y conmigo. A veces nos decía: “Cuando tenga coche os voy a dar una vuelta”. Sus padres le compraron un Seat 127 rojo, y casi no se lo dejaban coger, pues les daba miedo; así que él subía con su moto Vespa de color azul, que no la dejaba parar, y en ella nos daba vueltas por la Máquina Vieja. En otras ocasiones, se sentaba y nos contaba historias de cuando salía con los amigos (Ángel Pirulla, el Moreno, Jesús el Pulga, Benigno, etc), hasta que se le hacía de noche allí, con nosotros. Su madre, Pepa, nos llamaba por teléfono y decía: “Pili, manda a mi hijo para abajo”… Hasta que llegó aquel fatídico día en que… se hizo de noche. Momentos difíciles.

Desde entonces le guardamos en nuestra memoria, y a pesar de su corta vida ha dejado buenos recuerdos, y ha sido un buen amigo.

Desde aquí, tus amigos de la Máquina Vieja te mandamos un beso. No te olvidamos.