Durante más de trescientos años, los vecinos de Valsain y La Granja con su manera de entender la conservación del medio ambiente, de respetar la naturaleza, de sacar provecho de ella, de hacer un uso sostenible de los diferentes recursos existentes en el los Montes y Pinares de Valsain, así como la utilización del entorno para la práctica de diferentes modalidades deportivas, han hecho posible que recientemente se haya nombrado Reserva de la Biosfera a los Montes y Pinares de Valsain, y más recientemente incluidos "dentro" del Parque Nacional del Guadarrama. Sí, entre comillas, porque hay zonas que están incluidas y otras en régimen especial, aunque en algunos casos tratados como Parque.

Recuerdo desde muy pequeño disfrutar de nuestros bellísimos parajes, y hay un par de ellos que los recordaré para siempre por encima de los demás: Uno es el paraje conocido como La Playita, donde al menos una vez a la semana mis padres me llevaban a disfrutar de ese lugar, y donde, como otros muchos chicos y chicas, hemos aprendido a nadar. El otro, El Esquinazo, donde comenzó mi relación con el crono en esto de correr por la montaña. Y es que mi padre me puso la meta de conseguir ascender hasta El Esquinazo desde Fuente Fría en cinco minutos, algo que ahora no me cuesta mucho, pero que con ocho años no resultaba fácil, aunque finalmente lo conseguí.

Los vecinos de Valsain y de La Granja nos debemos sentir orgullosos del lugar en el que vivimos, y considerarnos unos privilegiados de poder tener diariamente un entorno por el que algunos pagarían - así me lo han hecho saber por los innumerables sitios por los que voy- por vivir aquí. En cada uno de los diferentes viajes que he podido realizar, siempre hay alguien que me comenta: "Sois unos privilegiados por vivir en un entorno como el que os rodea". Y es cierto. Tenemos un entorno cuidado con el paso de los años por los vecinos, con tradiciones que han pasado de padres a hijos, que es difícil de encontrar en muchos kilómetros a la redonda. La convivencia de tradiciones, deportes, cultura, trabajos…, han hecho posible que en el siglo XXI estemos rodeados de los bellísimos parajes que día a día podemos disfrutar.

Pues es en estos bellos parajes en los que tengo el placer de poder realizar aquello que más me gusta: CORRER. Las rutas que podemos realizar por nuestros Montes y Pinares de Valsain –y digo nuestros porque así es– son innumerables. Desde un simple paseo por El Parque, pasear como habitualmente hacen muchas madres por el Puente Los Canales hasta el Puente Navalacarreta –muchos días me cruzo con ellas–, hasta disfrutar de una ascensión hasta el pico Peñalara, pasando por parajes como La Chorranca, las praderas de Majada Hambrienta….

Y es precisamente de esto, de rutas por nuestros Montes y Pinares, de lo que vamos a tratar a continuación.

Hay una ruta que, independientemente de donde salga, me llama mucho la atención y disfruto muchísimo con ella, que es la siguiente y a la que os animo a realizar:

Salimos desde el CENEAM por el camino que nos conduce hasta la Fte. del Ratón para conseguir llegar a la carretera de La Cueva del Monje. Cruzamos la carretera y nos dirigimos hacia La Chorranca, donde podremos disfrutar, según la estación del año, de la caída del agua - algo que a todos los que llevo allí les resulta impresionante-. Una vez tomadas las diferentes fotos, continuamos ascendiendo con precaución, dejando la caída del agua a nuestra derecha, y conseguiremos llegar hasta la Fuente de la Chorranca, que está al pie de la carretera que viene del Salto del Corzo dando la vuelta al pinar. Una vez allí y tras refrescarnos, cogemos la carretera a la izquierda y nos dirigimos al paraje denominado Salto del Corzo. Allí podemos tomar la opción de hacer una visita a la Silla del Rey y volver a bajar al Salto del Corzo, o directamente iniciar un descenso hacia el lugar de inicio, donde para ello, y a los trescientos metros de descender por la carretera, sale un camino de tierra que nos llevara hasta otro paraje conocido como Peña de las Tres Varas; aquí hay otra fuente por si queremos refrescarnos. Si continuamos por el camino, llega un momento que sale una pista asfaltada que no tenemos que coger, pues debemos desviarnos a la izquierda, cruzar la cacera de Los Tobarejos y continuar hasta llegar a la Carretera de la Cueva del Monje; allí hay dos opciones:

– Una, girar a la izquierda y hacer una visita a la Cueva del Monje, desde allí dejar las plantaciones a la izquierda, y por el camino muy marcado girar a la derecha una vez pasadas las plantaciones y llegar al camino por el que iniciamos la ruta y volver al CENEAM, finalizando allí la ruta.

– Dos, Girar a la derecha y tras unos trescientos metros girar a la izquierda, hacia un camino muy marcado, y ascender al Cerro del Puerco donde se pueden visitar los restos de las trincheras existentes, y descender posteriormente hasta la Fábrica de Maderas, y desde allí, por el camino nuevo que rodea La Pinochera, llegar al CENEAM y finalizar la ruta.

Esta ruta es muy bonita, cruzando por muy bellos parajes donde no hay una elevada dificultad, si acaso el repecho que nos llevará desde La Chorranca en sus inicios, hasta la fuente del mismo nombre, e incluso se puede realizar con niños.

Recomendable para la realización de la ruta, una equipación adecuada, calzado adecuado, algo de alimentación, inclusive una pequeña botella de agua que después podemos ir rellenando en las fuentes por las que pasa la ruta.

Aprovecho la ocasión para agradeceros a todos/todas el respeto que se ha tenido a lo largo de los años de nuestro entorno, y que seamos capaces de inculcar a los más pequeños ese respeto y tradiciones que han hecho posible que nuestros Montes y Pinares hayan sido declarados Reserva de la Biosfera.

Saludos.

Luis Alonso Marcos.