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 Crónicas gabarreras:   Inicio >  Folklore >  Cancionero de Valsaín (Francisco Martín Trilla)  


Foto:Araceli Trilla

En una época en la que no había televisiones, ni mucho menos ordenadores o algo que se les pareciese, sólo la radio era la fiel compañera en los ratos de ocio de las esforzadas personas cuya vida era trabajo y trabajo.

Las tabernas eran el punto de reunión, allí se jugaba a las cartas y, entre chato y chato, se iba perdiendo la vergüenza; era el momento en el que alguno comenzaba a entonar una canción; de pronto aparecía una guitarra y la juerga estaba lista.

Algunas canciones eran de sobra conocidas, pero otras iban saliendo de forma espontánea, con mucho ingenio y aportando nuevas letras que se sumaban  al cancionero de Valsaín cuyos temas giraban en torno al pueblo, pinar y actividades cotidianas.

Los contenidos eran de todo tipo; las letras, inventadas por autores anónimos, hablaban de la guerra, el esquí, los gabarreros, la cuadrilla o de algunos personajes típicos del pueblo.

Yo, siendo muy pequeño, he podido ver ese mundo en el que reinaba una gran camaradería y en el que, desde luego, no desentonaban para nada cuando cantaban.

Cada uno, cuenta la historia, depende del momento que le ha tocado vivir. Nosotros hemos sido una generación puente entre un pasado tradicional y un presente en el que la vida ha experimentado un cambio radical.

Hoy en día, se tiene muy fácil acceso a la música, pero antaño era complicado tener incluso un tocadiscos, que era lo más avanzado de entonces; así que, la música se hacía de forma improvisada y las canciones surgían espontáneamente,  en reuniones, fiestas y acontecimientos.

Las Navidades eran un marco especial para que se juntasen los amigos. A la estufa de los bares iban saliendo canciones cantadas al compás de alguna guitarra. Los temas eran de lo más diversos y siempre alguien metía algún estribillo, sobre todo en los villancicos, que hacían referencia a algún tema del pueblo o de su entorno.

¡Qué bonito era cantar las coplas! Esta tradición se ha mantenido hasta hace muy poco tiempo. Los instrumentos musicales usados eran de lo más variados; cada cual cogía lo que podía, y así, al lado de guitarras, bandurrias, armónica o tambores, había botellas, cacerolas, etc.

Casa por casa, se iba derrochando ingenio, y la inventiva nacía de forma inesperada para hacer rimar la canción con el nombre del propietario, que prácticamente en el 100% de los casos abría sus puertas y ofrecía pastas, turrón y sobre todo algunas copas para animar más a la ya muy animada comparsa.

Otros marcos importantes para reunirse y entonar algunas canciones eran los carnavales y San Antón, con su famosa rifa; pero sobre todo, ha sido en las Fiestas del Rosario donde más y mejor se ha cantado y engrandecido el cancionero de Valsaín.

Hay canciones, que nadie sabe quien ha inventado. Sus letras, como siempre, hacen referencia a algunos hechos o acontecimientos, pasados o presentes, relacionados con Valsaín y, desde luego, están muy bien escritas.

Al echar la vista atrás, no me dejo de acordar de la ilusión y la alegría que teníamos por las peñas. Cuando alguien comenzaba a entonar una canción, todo el mundo se sumaba y  lo hacía como podía.

Fueron buenos aquellos tiempos en los que en mi peña “La Banda de Curro Jiménez”, montados en los caballos, surgían letras que acoplábamos a nuestro aire y que luego juntos plasmábamos en coplas que ahora nos gusta ver, pues aún perdura la peña, y en sus paredes siguen colgadas las ocurrencias de aquellos años.

En Valsaín tenemos muchos hombres y mujeres que han cantado y cantan muy bien, además de unos reconocidos guitarristas, dulzaineros, rondallas y grupos musicales de reciente creación, que quizás no los damos importancia por tenerlos tan cerca, pero que son una grata sorpresa para la gente foránea, como muchas veces nos han manifestado.

Todos estos grupos y personas han contribuido a engrandecer el ya dilatado cancionero de nuestro pueblo, pues siempre en sus canciones hay alguna referencia del mismo, sumándose así a aquellos que, aunque desaparecidos, han sabido dejar su impronta.

Y es que en Valsaín, además de otras muchas cosas, tenemos  gente que han sabido cantar mucho y bien de su pueblo, formando entre todos un pequeño cancionero que se trasmite de generación en generación y que en actualidad aún sigue vigente.

Francisco Martín Trilla.

©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com