Entre montañas nevadas,
y entre pinares frondosos,
en la Sierra de Guadarrama
se alza Valsaín glorioso.

De sus famosas maderas,
y en sus pinares fecundos
nacieron las carabelas
que dieron la vuelta al mundo.

Pueblo de historia y tradición,
de épocas majestuosas,
escondite de Pirón
y reinado de Juana la Loca.

Un bandido con solera
que anduvo por estos senderos
sin duda fue Luis Candelas,
ladrón de los usureros.

Cuando más se dio la lata,
época de mayor postín,
fue cuando vivió la Chata,
Siglo de oro en Valsaín.

la arquitectura ha dejado
huellas trascendentales,
en tiempo de los romanos
surgió el Puente de los Canales.

en tiempos del rey Felipe,
época de gran esplendor,
para asentar a su estirpe
mandó hacer el Torreón.

Posteriormente los reyes,
mirando por Valsaín,
para que herrasen los bueyes
construyeron el Regil.

la moderna arquitectura,
de paleta y hormigón,
para coger caladuras
inventaron el Pilón.

la Dictadura llegó
y el Patrimonio fue el amo,
la tradición acabó
y Valsaín quedó a un lado.

Si Valsaín no ha llegado
donde merecía estar,
la culpa le será echada
al Patrimonio Nacional,
que nunca nos ha dejado,
porque le sabía mal,
que hubiésemos prosperado,
por política, o quizás
por intereses creados.

la Banda el Curro ahora lucha
por arreglar la cuestión,
mas si no se nos escucha
vendrá la revolución.
Ni legiones de Civiles,
ni mil guardas a caballo
entran en nuestros confines,
no nos parten ni los rayos.

el pueblo de Valsaín
el que tuvo hegemonía,
el de un día glorias mil,
el de raza y gallardía,
vuelve por donde solía
porque la Banda los Curros
por defender lo que es suyo,
si es preciso, da la vida