Treinta y nueve años al pie del cañón; mejor dicho, al pie de esa carnicería, la de todas las señoras del pueblo que a ella quieran acudir. Porque, ¿quiénes de las lectoras de nuestra revista no ha dicho en alguna ocasión: "me voy donde la Mari, a por…"? Seguro que sí.

Trabajadora incansable. Sábados, domingos…, incluso fiestas; siempre ahí, colaborando en todo lo que está en su mano, con la Sociedad, peñas, y, cómo no, muy gustosamente, con esa gran Peña de El Tizo en esa labor tan importante que realizan en la comida de nuestros mayores.

Pero, en realidad, este pequeño homenaje no va dirigido solamente a la mujer trabajadora, sino a la madre coraje, de la cual, sus siete hijos no tendríamos revista suficiente para homenajearla; junto a sus doce nietos, que desde el más mayor al más pequeño, sabemos que es el pilar más importante de nuestra familia, y del que además ella, con mucho esfuerzo, se encarga de mantener siempre firmes y unidos.

Quisiéramos agradecer a todas las personas que hacen que esta revista llegue cada año a nuestras manos, por darnos la oportunidad de enviar estos pequeños homenajes a gentes del pueblo, que verdaderamente se lo merecen.

Nacida en plena Guerra Civil, ocho-mesina,
luchando por sobrevivir.
Setenta y cuatro años después, tus hermanos, hijos y nietos
estamos orgullosos de ti.
Te llevamos en el corazón,
como tú nos llevas a todos ahí.
Guardados en ese corazón tuyo
del que siempre podrás presumir.

Un beso muy fuerte.