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 Crónicas gabarreras:   Inicio >  Fiestas y Tradiciones >  Nuestro sueño (Esteban Ramírez Chueca)  


Foto: Esteban Ramírez

Llegó el día, las calles estrenan adornos, las luces de colores dominan la plaza principal, y a esto, hay que sumarle la mezcla de felicidad y ritmo que aportan los habitantes de mi pueblo.

A mis diecisiete años, no me preocupa ser feliz ni emocionarme por el comienzo de las fiestas, ya que siempre fueron, son y serán la chispa que alumbra mi vida.

Son seis días de olvidarse de los problemas diarios y aprovechar cada segundo como si fuera el último de nuestras vidas.

Todo gira alrededor de la plaza de Valsaín, el manantial de nuestras fiestas.

Las carrozas circulan por las calles mientras que las personas desde lo más alto de ellas, las cubren de dulces caramelos.

En el pregón, se anuncian los ganadores de las carrozas y otros premios, pero lo más importante es que hace oficial el comienzo de nuestras fiestas.

Miles de gargantas cantan el himno que nos caracteriza, y con el petardazo final alcanzamos nuestro máximo potencial, ponemos al límite nuestras cuerdas vocales, mostrando en nuestros rostros la alegría y conexión que contenemos.

Foto: Esteban Ramírez

No hay que olvidarse de la tradición ya que es la encargada de que este evento tan especial, pueda persistir a lo largo del tiempo. Con tradición hago referencia a la corta de troncos, las corridas de toros, los encierros matinales y nocturnos, al concurso de levantamiento de piedra…El esfuerzo que realizan los cortadores, con el sol agotando sus fuerzas para hacernos disfrutar de un buen rato, aquellos toreros que salen en frente del toro, arriesgando su vida también, los valientes que corren los encierros y todos los que luchan para que esto pueda ser posible, hay que elogiarlo.

Para todo el mundo, ya sean niños, jóvenes, adultos o ancianos, disfrutan con la noche. Bailando al ritmo que imponen los componentes de la verbena, cantando todo tipo de canciones, desde las más antiguas hasta las actuales de cada año y al finalizar cada noche, una charanga nos deleita con su arte.

Terminan las fiestas, es hora de recogerse, hora de bajar las persianas, tumbarse en la cama e introducirse en un largo sueño hasta el año siguiente.

Vivimos en un lugar privilegiado, es un sitio en el que soñar, un pueblo para vivir.

Mi vida es Valsaín.

Esteban Ramírez Chueca.



©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com