Esta podría ser una conversación de dos vecinos de Valsaín esta primavera, en cualquier bar de la localidad. Uno se llama Óptimo y el otro Pésimo.

Óptimo- Buenas tardes, Pésimo.

Pésimo- De buenas tardes nada, que hace malo y peor que va a hacer.

Óptimo- Hombre tampoco es para tanto, que no nos podemos quejar.

Pésimo- ¡Ay que no!, verás cómo este año hay sequía.

Óptimo- Bueno, ¿quieres un “chupi”?

Pésimo- Cómo que un “chupi”. Se dice vino o caña o lo que vayas a tomar. Vaya palabras que os inventáis.

Óptimo- Mira Pésimo, la vida progresa y ahora mi amigo “Trusca” los llama “chupis” y a los camareros “gurriatos”.

Pésimo- Cada vez vamos a peor. Aquí cada uno dice y hace lo que le da la gana.

Óptimo- Eso es lo bueno. Ahora cada cual puede decir lo que crea oportuno, siempre que no se falte a los demás.

Pésimo- Demasiada libertad. Mano dura es lo que hace falta.

Óptimo- ¡Que no hombre, que no! El problema es saber hasta dónde llega la libertad de uno y dónde empieza la de los demás.

Pésimo- ¡Pero bueno! ¡Los que faltaban! Los nuevos directivos de la Sociedad.

Óptimo- Me han comentado que tienen controlado todo y que van a ser buenas fiestas.

Pésimo- ¡Anda ya! Con éstos no vamos a ninguna parte, y encima va a llover porque me pican las orejas; y a mí, cuando me pican las orejas, luego llueve en las Fiestas.

Óptimo- El único agua que vamos a ver en las Fiestas es el de regar la plaza de toros.

Pésimo- No me hables de plaza. Lo mal hecha que está, y encima tiene los asientos de cemento. Así se me ponen a mí las almorranas.

Óptimo- ¡Cuántos pueblos más grandes que el nuestro la quisieran! La Plaza es bonita y los asientos son, como en todas las plazas, de cemento.

Pésimo- Oye Óptimo, la música que mala ¡eh! Estos flautistas que han salido en Valsaín no tienen ni idea.

Óptimo- ¡Pero qué dices! lo primero no son flautistas, son dulzaineros, y lo segundo es que tocan bastante bien.

Pésimo- Bien dices tú que eres amigo de ellos. Yo este año no pienso ir a los toros porque están locos. Los citan con el capote y arrancan a por el que está al lado.

Óptimo- Que no. Que está todo controlado y los toros están perfectamente. Además, si no quieres ir a los toros puedes ir a la corta de troncos.

Pésimo- Peor todavía, que salta una astilla y me rompe los dientes.

Óptimo- Pues puedes ir a los fuegos artificiales, que son muy bonitos.

Pésimo- Muy bonitos sí que son, pero mucho ruido Óptimo. Entre las tracas y los cohetes no hay quien pare esa noche. No puedo pegar ojo.

Óptimo- Puedes ir a dar una vuelta al baile.

Pésimo-¡Qué vuelta ni qué”leches”! Seguro que hay alguien haciendo algún numerito y me llevan por delante, solo saben hacer el tonto.

Óptimo- Pero hombre, no digas que hacen el tonto. Se montan sus números y no se meten con nadie. Y a la mayoría de la gente les gusta, pues es bonito ver cosas que se salgan de la rutina.

Pésimo- Tonterías Óptimo. Te digo yo que con la mala suerte que tengo, seguro que me llevan “por delante”.

Óptimo- Las fiestas hay que disfrutarlas Pésimo. Igual que nos podemos sentir orgullosos de este pueblo tan bonito que tenemos.

Pésimo- Sí, para todos esos jóvenes que no se lo merecen. Un chozo como los de antaño les daba yo. Con el servicio “ecológico” que, a la vez que desocupábamos, abonábamos el campo.

Óptimo- Bueno, me voy, que mañana tengo que madrugar para ir a trabajar y ganar unos euros.

Pésimo- No me hables de los euros, que no sé si voy o vengo.

Óptimo- Oye Pésimo, ¿dónde trabajas ahora?

Pésimo- En ningún sitio. Para que voy a trabajar si seguro que me despiden. Así no trabajando no me pueden despedir.

Óptimo- Bueno Pésimo. Hasta mañana.

Pésimo- Pues entonces hasta mañana. Verás como ahora no me arranca el coche y me toca ir andando a casa.

Dedicado a todas gentes que disfrutan de nuestras FIESTAS.