Corría el año 1973, era verano y comenzaba a oler a fiestas, habían traído las latas y los tablones para hacer la plaza.

Un grupo de diez amigas adolescentes sentadas en las latas hablan –pronto llegan las fiestas… lloverá como siempre… si tuviéramos una peña… ¡una  peña, que buena idea! Pero aquí las peñas que hay son sólo de chicos… Pues les decimos  que nos dejen formar parte... No sé... ya en una ocasión se intentó y no sé por qué motivo sólo debió durar un año ¿no os suena? Se llamaba la Oca ¿Y si hiciéramos nuestra propia peña sólo de chicas? ¿Sólo de chicas? Por qué no; hay que romper moldes. Pues no es mala idea ¿pero, dónde la hacemos? Si mi madre nos deja la llave, en la casa de mi abuelo que está detrás de la casa de los guardas (dijo Milagros) ¿Qué nombre nos ponemos? Pues como será sólo de chicas podría llamarse LAS NENAS-.

Conseguimos la llave y entramos en aquella casa ¡¡¡cómo estaba aquello!!! Pero no nos importó porque nos movía una gran ilusión y nos  pusimos manos a la obra. No había luz pero los chicos nos hicieron la instalación; para decorarla buscamos póster de todo tipo y rebuscamos en los baúles de nuestras madres, sacando colchas viejas que colocamos en el techo con una doble misión: por un lado decorar y, por otro, recoger los cascotes que se desprendían del techo.

Llegaron las fiestas y, por supuesto, llovió. Las colchas del techo se nos llenaban de agua, pusimos cubos que lo recogían; pero todos estos contratiempos hasta eran divertidos porque teníamos nuestra peña, LA PRIMERA PEÑA DE CHICAS DE VALSAÍN.

El siguiente año ya no fuimos diez, pues se  unió otro grupo y al año siguiente otro… y así hasta 1979 que se superó la treintena de NENAS de diferentes edades y pandillas. Al año siguiente, por distintos avatares de la vida, la Peña de LAS NENAS no se formó, pero muchas de sus componentes formaron parte de Las Gauchas y después aparecieron otras peñas de chicas y otras y otras –os pido perdón por no recordar la  cronología en la que os fuisteis formando cada una de ellas y espero que todas y cada una os sintáis nombradas y reconocidas-.

Han pasado muchos años, poca gente nos recuerda, muchos ni siquiera sabían que aquella Peña de chicas existió; por eso queríamos que supierais que LAS NENAS TAMBIÉN ESTUVIMOS ALLÍ y que todas y cada una de sus componentes estamos orgullosas de haber formado parte de la misma porque sentimos que, de alguna manera, fuimos el origen de todas las demás.