Crónicas gabarreras: Inicio > Naturaleza > La fuente de mi tatarabuelo (Silvia Sastre). |
Siempre he tenido un especial interés por todas las historias relacionadas con Valsaín, pero estas toman una mayor relevancia cuando lo que te están contando está relacionado con alguien que ha sido de la familia.
Recuerdo uno de esos momentos que le pido a mi padre que me cuente cosas del pueblo, me habla de la importancia que tenían las fuentes, sobre todo aquellas que se encuentran situadas en distintos lugares del pinar, que en otras épocas servían más que ahora para que las personas que frecuentaban el lugar pudieran aliviar la sed y refrescar la bota de vino en los meses de más calor.
En ocasiones las fuentes toman el nombre de las personas que las hacen o por el nombre que se les conoce, éste es el caso de la fuente de mi tatarabuelo, esta fuente se encuentra situada en el margen derecho de la carretera de la Fuente de la Reina, a un kilómetro y medio después de pasar la fuente de Aguas Buenas (más conocida) y aproximadamente un kilómetro antes de llegar a juntarse con la Calzada Romana. La fuente se la conoce con el nombre de “la fuente del Tío Faica” más recordada por los más mayores del pueblo y como así figura en los mapas del pinar.
Me explican que para que una fuente sea buena y permanezca después de muchos años, tiene que reunir una serie de condiciones como que en los meses de más calor no se seque y, sobre todo, que la calidad del agua sea buena, esto sólo se podía conseguir si se tiene un buen conocimiento del lugar donde se van a hacer.
En el verano de 2005, mi tío Quique y mi padre restauraron la fuente de Tío Faica como tantas veces antes otras personas lo habían hecho, de lo contrario se habría perdido completamente hace mucho tiempo. Cada vez se está perdiendo más la costumbre de cuidar las fuentes que en ocasiones han sido tan útiles a las gentes del lugar.
Según nos cuenta mi abuelo Agapito a mi hermano y a mis primos, formamos parte de la quinta generación de nuestra familia en Valsaín, eso que conozcamos con certeza. Esto nos hace pensar que somos de las familias más antiguas de Valsaín, también nos recuerda mi abuelo que su casa fue en tiempos del tío Faica una posada, donde paraban las diligencias con viajeros procedentes del otro lado de la sierra que seguramente encontraban descanso después de la dureza del viaje que como es de suponer, nada tenía que ver esa manera de viajar con la actual.
Silvia Sastre.