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 Crónicas gabarreras:   Inicio >  En los sentimientos >  Lo que significa haber nacido en Valsaín (José Nogales Ayuso).  


Foto: José Luis Osorio

Cuando se quiere plasmar en pocas líneas todo lo que se ha vivido, junto a quien, y el entorno, se cometen bastantes injusticias, pues te olvidas de gente que ha significado tanto en nuestras vidas, que seguramente el no haberles conocido habría cambiado nuestra existencia. Los recuerdos aparecen a modo de una cámara fotográfica, lanzando su flash de un lado a otro, y éstos pertenecen a una etapa tan bonita como la niñez, en un lugar tan bonito como nuestro pueblo, con una gente como la nuestra, trabajadora, de buen corazón, hospitalaria, donde el visitante va a encontrar a un amigo, pues la solidaridad la tenemos por bandera y nos sentimos orgullosos de ser así; es posible que sea herencia de nuestros antepasados gallegos.

Atesoramos tanta riqueza histórica que podemos ser, y de hecho lo somos, envidia de otros pueblos. En este capítulo, María Jesús Callejo, gran historiadora, nos daría una charla con mucho gusto y estoy seguro que sería muy interesante. Ya escritores y cineastas lo han inmortalizado, pues es difícil encontrar un espacio donde es la naturaleza la que nos habla; decirme, por ejemplo, mejor terapia para el estrés que junto al Puente de Los Canales escuchar el sonido serpenteante del Eresma, río de aguas cristalinas, el canto de las múltiples especies de pájaros que tenemos y el ruido que produce el silencio en nuestro pinar.

Mi cariño por Valsaín mi padre siempre lo ha mantenido vivo en mí, no dejando que se me olvidaran mis raíces, y empezando por el DNI, en el que conservo en el lugar de nacimiento, por supuesto, Valsaín; recuerdo a mis amigos de juegos, después de haber visto el Virginiano, Rin Tin Tin, una corrida de El Cordobés o a Gento correr la banda del Santiago Bernabeu. Las famosas solanas, donde las mujeres cosían; antes habían estado lavando en la charca, luego haciendo la comida, en fin, las tareas del hogar duras y no reconocidas; los chicos jugábamos y los hombres hablaban del largo día de trabajo duro que habían aguantado, bien en el pinar o en la fábrica. Cómo no recordar esas matanzas del cerdo donde participaba todo el barrio y después se repartía un poco de calducho, algo de magro, en fin, lo que casi no se tenía, pero se compartía con alegría.

Por supuesto, en esa comunidad que formábamos, cada uno tenía su cometido, y entonces podíamos encontrar gente tan íntegra y respetable como el señor Cipriano, nuestro alcalde, el señor Domingo y la señora Elvira; Ramón Goya y su esposa Petra, Félix y Ángeles, Ciriaco y Castora, la señora Fina; Agapito y su hermano Jesús, el señor Pedro, el taxista, con sus respectivas mujeres. No podemos olvidarnos de Don Gaspar, ese cura que nos supo entender, y de la señora Lola y su hijo Sabino, quienes ponían su casa a nuestra disposición como estación; así podíamos seguir y seguir… Además, estoy seguro que, cuando leáis este párrafo, pensaréis en estos y otros, y recordaréis esas anécdotas tan simpáticas de nuestro pueblo.

No quiero olvidarme de mi familia: mis tíos Pepe, Angelita yJuanita, mi tío Agustín, quien siempre me dejaba esta tajada de lomo o de chorizo, y me contaba el largo día en el pinar, y se dejaba bombardear a preguntas de un crío con esas curiosidades de la edad; a mis primos, por supuesto, desde aquí un recuerdo muy especial.

Foto: Pedro de la Peña García

No podemos, ni debemos, olvidarnos de esa gente que ha ido paseando nuestro nombre, y en este sentido, por ejemplo, tenemos a los hermanos Jesús y Eusebio Martín. Ellos son unos campeones y estoy seguro que en esta época estarían llenando páginas de nuestros periódicos.

Qué os parece si hablamos de nuestras costumbres. Por ejemplo, nuestras fiestas patronales, que se inician el primer fin de semana de septiembre y en ellas tratamos de olvidarnos del día a día y pasarlo lo mejor posible, seguramente con amigos a quienes vemos de año en año. Somos de los pocos pueblos que unimos el colorido de las peñas con sus carrozas, los gigantes y cabezudos y la procesión a la Virgen; no obstante, en este entramado hecho con el máximo respeto hacia Nuestra Patrona, hace que se una lo profano y lo religioso de una manera muy singular. En esto, somos diferentes y nos sentimos tan orgullosos.

Por supuesto, al recordar a las peñas no podemos olvidarnos de la Peña El Tizo, con esa gran labor que realiza con nuestros mayores, son conscientes de la vida tan dura que les ha tocado vivir, y les hacen pasar un rato de lo más agradable. Enhorabuena por esta iniciativa.

Tenemos una rondalla que no tiene nada que envidiar a la de otros pueblos, nos hacen sonar sus guitarras, acariciando sus cuerdas, sacando unas notas que, acompañados de Pilar, nos deleitan con esas jotas navarras que tanto nos gustan, pero también sabemos que se atreven con cualquier variedad de música.

Los toros, el festejo grande de nuestras fiestas: de las antiguas plazas de carros a las más modernas de latas y costeros hemos pasado a nuestra plaza nueva, de la belleza de la madera a la robustez de los ladrillos y el hormigón. En la plaza todos los días, sobre las seis, más o menos, nos encontramos a verdaderos aficionados, cómo no recordar a Santiago Martín, su hermano Rufino y ahora su sobrino Tino; Andrés Trilla, quien todos los años nos da su pincelada de arte, éstos entre otros muchos que nos alegran las tardes de toros.

No debemos olvidarnos de nuestra vecina más querida y respetada, Nuestra Virgen del Rosario, esa buena vecina a la que, cuando tenemos algún problema, siempre recurrimos y a la que nunca devolvemos el favor prestado. Es nuestra gran Patrona.

Por todo lo que hemos recordado, y por lo que se nos ha quedado en el tintero, que a buen seguro será mucho y más interesante, por nuestra historia, nuestra gente, nuestras costumbres y nuestra forma de ser, y sobre todo, porque estoy seguro que esa etapa de mi vida, en otro pueblo no hubiese sido tan bonita. Es un verdadero orgullo haber nacido en este pueblo de Valsaín.

Juan Antonio Nogales Ayuso.

©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com