El Eresma sigiloso
claro y limpio, como el aire
discurre entre los pinares
como siempre silenciosos
para entrar en Valsaín,
serpenteante y hermoso,
y recoger las historias
que al puente le cantó otro.

¿Qué esconden tus aguas claras?
¿Qué le dices al paisaje?
¿Cuántas hembras de linaje
se mojaron sus enaguas
en el agua blanca y pura
que traes desde las montañas?

¿Qué nos ocultas Eresma,
manantial de pura raza,
de aquellos conquistadores
que habitaron tu casa,
de los reyes visigodos,
de Don Juan, de Doña Urraca,
de Alfonso de Borbón,
que vieron nacer tus aguas?

¿De La Granja, de Segovia,
del amor de una mañana,
o del sendero profundo
que fue trazando tu agua?

Cuéntanos, Eresma hermoso
antes de entregar tus aguas
al gran Duero caudaloso
en la tierra castellana.

Antes de morir ahogado
en brazos de una mañana
¡Cuéntanos, Eresma frío!
¡Por favor, Eresma, habla!