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 Crónicas gabarreras:   Inicio >  En los sentimientos >  A Julián "El Trucha" (Dominga Cerro).  


Julián Fernández

Para el amigo que fue de todos, con amor.

Fue una tarde de toros, el lugar, Valsaín, la fiesta de todos. Tú la protagonizabas, eras tú con tu valor, con tu gracejo, juventud y buen hacer hacia todos. Disfrutábamos de la alegría de la visión, todos, claro que creo han pasado más de cincuenta años. La tarde era plena de alegría y bullicio. Salió el toro, ese toro que nos hizo temblar a todos, grande, muy grande. Todos teníamos miedo, tu valor fue de niño en un cuerpo de hombre y te fuiste hacia el con tu sombrero de paja en la mano, como siempre. No tenías miedo, los demás, los que disfrutábamos de la fiesta teníamos el corazón sir respiro, era grande, muy grande, te quedaste solo con él, como un gran torero valiente. Pasó lo que tenía que pasar, cuando hacía minutos que saliste a la plaza, fue derecho a tu cuerpo y pasó lo peor. ¡Cómo poder olvidar ese momento!, cuando se fue hacia ti y no te dio tiempo a hacer nada, no salió nadie, tu padre te gritaba diciendo: “¡Julián, métete!”, ese padre que no pensó que podía dejar su vida, pero era su hijo. Yo estaba en su carro, junto a la casa que hay a la izquierda en la entrada de la plaza, siempre lo recordaré mientras mis facultades mentales me respondan; recordaré lo buen amigo que eras de todos.

En ese momento se metió el sol, tú caíste y todo quedó a oscuras. Julián, saliste a hombros del redondel como los grandes y valientes toreros por tu valor y fuiste directo al cielo, ahí estás y todos te recordaremos como lo que eras, te queremos y te veremos siempre como un buen torero (valiente) y amigo más.

Foto: Eutiquio Caneda

Dominga Cerro.


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