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 Crónicas gabarreras:   Inicio >  Gabarreros >  Crónica de gabarreros (Ángel Bernabé Berrocal y Teodora Galindo).  


Foto: José Fraile Bermejo

Y nos hemos olvidado de los buenos Carreteros.
Quiero recordar a los míos.
Tuve cuatro carreteros, eran hermanos.

Comienzo por el mayor, quien se llamaba Mateo,
y me acuerdo que decían era un gran carretero.
Luego seguía Chano, que su nombre verdadero
no era éste, sino que se llamaba Julián.
Después iba Félix, que calzaba como nadie las albarcas.
Éste era muy exigente.
Con quien más yo disfruté, fue con Cirilo,
el hermano más pequeño.

A la familia que he nombrado, les llamaban “los alegrías”,
por lo bien que ellos cantaban.
empezando por mi abuelo,
que tocaba la guitarra, la bandurria y el laúd,
éste se llamaba Esteban, y yo mucho le quería.

Mi madre a mí me contaba
que la Infanta Doña Isabel subía por el Pinar,
y estando en la “Cueva del Monje”, a Chan le oyó cantar.
A un guarda preguntó: ¿Quién canta por ahí tan bien?,
¿Me quisiera a mí cantar? Y el guarda respondió:
Es el carretero Chan. Creo que la cantará.
A Julián le preguntaron si la quería cantar,
y a la semana siguiente esta copla le dedicó:

“¡Viva la Infanta Isabel
que donde pisa florece,
la Reina Victoria Eugenia,
y también Alfonso XIII!”

A mi abuela le mandaron que viniera a Palacio
para darle un obsequio para quien la copla le cantó.
Éste fue Julián Berrocal Prieto,
A quién yo no conocí.

Ángel Bernabé Berrocal y Teodora Galindo.


©Pedro de la Peña García | cronicasgabarreras.com