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 Crónicas gabarreras:   Inicio >  Fiestas y Tradiciones >  La unión hace la fuerza (Alberto Vidal Isabel).  


 

Al releer el artículo "Las Tradiciones" que escribió mi amigo Jaime en el número inicial de esta revista, me he puesto a reflexionar y a escribir en esta edición sobre las Fiestas de nuestro pueblo. Fiestas que, desde su nacimiento, son costeadas, montadas dirigidas por y para un pueblo, por el que sus gentes han luchado, para llevarlas un año tras otro adelante. Y ahí es dónde quería centrar parte de este artículo.

Las Fiestas, en honor a la Virgen del Rosario, comienzan oficialmente con la tradicional procesión, a la que cada vez acude menos gente. Antes, todas las Peñas se engalanaban con esa vestimenta tan colorida y alegre, para llevar el Ramo con el cual se obsequia a la Virgen y acompañarla en procesión, andando o en las carrozas que disminuyen en comparación con tiempos pasados.

Las Fiestas de Valsaín son reconocidas más allá de nuestras fronteras, no sólo por sus actos, que duran seis días, sino por la larga elaboración que conllevan durante un año antes de la llegada de tan esperada fecha. Como cada temporada, un grupo de gente es la encargada de realizar tan laboriosa tarea: la Directiva, formada por socios solteros y casados, configura el programa durante los meses anteriores para que esté todo listo. Aunque la Directiva es la responsable de la organización, no encuentra todo el apoyo que debería recibir de los socios, que también son sus Fiestas y disfrutan con ellas. No estaría de más, que en vez de recibir críticas y pegas, hubiera más unión y colaboración.

La colaboración siempre es imprescindible, desde cualquier edad, empezando por los chicos que ayudan cobrando los recibos anuales de los socios. Estos jóvenes, en vez de valorar este hecho como una primera ayuda y ser un nuevo socio, que debería ser un orgullo, lo ven como una obligación que no llegan a cumplir en la medida necesaria.

Los colaboradores son una parte importante, puesto que con su ayuda se sufraga gran parte de los gastos que conlleva la Fiesta. Confiamos en mantenerlos actuales y aumentar su número.

 

Otra de las tareas que se realiza antes de las Fiestas es la Corta de las "Latas" que ahora sirven para montar el recorrido del Encierro. En esta labor, la colaboración es cada vez menor. Yo soy joven, pero de oídas, en fotografías e incluso en algún vídeo, he comprobado que el día que se iba a cortar las latas era una verdadera fiesta. Toda la gente arrimaba el hombro, y los empresarios prestaban su maquinaria y se formaba una piña y se hacía menos dura la tarea. Sería necesaria más ayuda en la construcción del recorrido, para hacerlo en menos tiempo y con menor esfuerzo.

Si de algo debemos estar orgullosos, es de nuestro coso taurino, una plaza fija que es la envidia de muchos pueblos y capitales, tan acogedora y con unas estupendas vistas. En esta Plaza se celebran mayoritariamente los festejos taurinos en los que los socios y las Peñas demuestran su valor. En este punto también se van perdiendo las costumbres, el número de valientes toreros y de toros lidiados es menor. Se echa en falta la actuación de los mozos vestidos con los trajes de peña, o ese despeje de plaza del día del toro de la Sociedad, o esos números que tanto divierten...

La "Comida de la Juventud" también se está perdiendo. No hace tantos años, los mozos y mozas se ocupaban de preparar, degustar y divertirse en esta comida que se celebraba en el río. Los mozos tiraban a las mozas al agua, las mozas les pintaban con el carbón que sobraba de hacerla caldereta, y todos juntos subían acompañados de gaita y tamboril a modo de charanga a recorrer la plaza del pueblo y las peñas para posteriormente entrar todos "en conga" a presenciar la Corrida de Toros. Los mozos toreaban y ellas les contemplaban desde el "Palco de las Mozas", cosa que también se ha olvidado. Las mozas adornaban las banderillas a los valientes toreros.

Pero no todo se está perdiendo, hay dos acontecimientos tratados con un cariño especial, el día del niño y la comida homenaje a nuestros mayores. Este último hay que agradecérselo ala Peña más veterana, la Peña "El Tizo", que obsequia con una comida a nuestros mayores y premia con un regalo a los de mayor edad que asiste al acto. Es uno de los momentos más emotivos y menos vistos de las Fiestas.

Aunque cada año se introduzcan nuevos concursos y muchos de ellos no lleguen ni a su segunda edición, no hay que olvidarnos de los que se han convertido en tradición: la corta de troncos, la sierra a mano, la carrera ciclista, la carrera de caballos, el levantamiento de piedra, la cronoescalada, el triatlón, el campeonato de mus o el tiro al plato. Son muchos concursos, en los que los competidores se tendrán que ir renovando e ir saliendo nuevos valores y promesas, procurando que el número de inscritos en los concursos no siga decreciendo como en los últimos tiempos.

Desde este artículo se hace una llamada a los socios, colaboradores y demás gente que contribuye al buen funcionamiento de las Fiestas; a que la armonía, la diversión y las ganas de alegría sean cada vez mayores y que la unión entre la gente de nuestro pueblo sea una fuerza que se contagie a generaciones venideras, a tomarse las Fiestas como un punto de unión y diversión, y que cada año mejoren. Que todo aquel visitante que las disfrute, cuente que hay un pueblo llamado Valsaín que tiene unas enormes fiestas y unas gentes acogedoras; y que nos podamos sentir orgullosos de nuestro pueblo, nuestras gentes y, como no, de nuestra fiesta.

Dedicado a Ernesto Abad y Miguel Ángel Trilla, dos grandes amigos con quienes disfruté varias fiestas y, desgraciadamente, no podré compartir ninguna más.

Alberto Vidal Isabel.


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